King Club Taste of the Kings destronó a Alimentos El Rey ante la Superindustria

En un nuevo pleito de marca en la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, una de las empresas más conocidas y queridas por la gente por su variedad de especias se presentó una vez más ante la Superindustria para impedir el registro de una nueva marca.

Esta vez, La compañía de Especias El Rey se opuso a la solicitud presentada por King Club Industries, una empresa colombiana dedicada a la fabricación y venta de bebidas no alcohólicas, alimentos en polvo y snacks, para registrar su marca King Club Taste of the Kings, dentro de las clases 30 y 32 de la Clasificación Internacional de Niza, las cuales abarcan productos relacionados con polvos para la elaboración de comidas y bebidas.

Ante el uso de la expresión “King”, la compañía de especias expuso al órgano de control que, independientemente de que el signo esté en otro idioma, el hecho de que su traducción signifique lo mismo que su signo registrado podría causar confusión en el consumidor, debido a que, como ambas empresas ofrecen productos de comida, las personas podrían hacer una asociación errónea entre ambas empresas.

Con respecto a su identidad, El Rey argumentó que “el signo solicitado evocaba las mismas ideas de las marcas registradas dentro del público consumidor”, aseguró la compañía colombiana.

Ante dicha situación, el ente opositor aseguró que el riesgo de confusión era inminente, pues, a nivel gráfico, la expresión también se componía de una corona como símbolo principal de la marca.

Frente a esta oposición, la empresa solicitante argumentó que el riesgo de confusión que alegaba El Rey carecía de fundamento, debido a que los signos confrontados, a nivel gramatical, fonético y ortográfico, eran completamente distintos.

También aseguró que, dado que en el mercado diversas marcas utilizan las expresiones “King” o “Rey”, no tenía sentido que el signo opositor alegara una notoriedad que no le correspondía.

Tras escuchar las versiones expuestas, el órgano de control concluyó que, aunque ambas marcas utilizan expresiones relacionadas con la realeza, al analizar el mercado de consumo y la totalidad de su identidad, la Superindustria pudo evidenciar que los signos confrontados eran distintos. En ese orden de ideas, la SIC determinó que, como el riesgo de confusión era bajo, las empresas podían coexistir pacíficamente, por lo que registró el signo solicitado.